Coproducción y sonido original de Downtime Studios
Actuación de Martín Maluki

Moda y naturaleza parecen mutuamente excluyentes, pero son solo dos conceptos que perdieron el equilibrio para coexistir hace mucho tiempo. Por eso parecen enemigos. Se prevé que la industria de la moda, siendo una de las industrias más grandes del mundo, crezca en valor de 1,5 billones de dólares estadounidenses en 2020 a alrededor de 2,25 billones de dólares para 2025, lo que demuestra que la demanda de ropa y calzado está aumentando en todo el mundo (Shahbandeh , 2021). La moda ha tenido un impacto en la tierra en los últimos años y claramente una está dando más que la otra, como nos ha mostrado Rockström es su estudio y prueba de la transgresión de ciertos límites planetarios (Rockström, 2009). Lógicamente, hemos llegado a un límite y hemos estado tomando más de la naturaleza de lo que estamos devolviendo.  

Inevitablemente somos parte de este mundo sistemático que hemos creado como sociedad, donde el consumo es necesario para existir. Hemos crecido en una sociedad que asocia el éxito con el crecimiento impulsándonos a querer siempre más. Los recursos naturales y la ropa son fundamentales para sobrevivir en este juego que inventamos los humanos y al que llamamos vida. Las industrias se nutren de la necesidad de los consumidores de buscar la felicidad efímera en las compras constantes. Lo que claramente es solo un ciclo interminable de cultura desechable para mantener el negocio en crecimiento. El consumo excesivo nos ha llevado a desechar 92 millones de toneladas de residuos relacionados con la ropa cada año en todo el mundo (Mulhern, 2021). El estrés antropogénico en la tierra nos ha llevado a desviar la mirada de lo que es realmente significativo para nuestro bienestar, la naturaleza.

Según la ONU, el 56,2% de la población mundial ahora vive en ciudades (Buchholz, 2020). Un estudio realizado por The Yale School of The Environment dice que las personas que pasan al menos dos horas a la semana en la naturaleza, los parques o cualquier espacio verde tienen más probabilidades de gozar de buena salud y bienestar psicológico que quienes no lo hacen (Robbins , 2020).

    Sin darnos cuenta, algunos de nosotros, cuanto más queremos conectarnos a la nube, más desconectados estamos del núcleo.

Sin embargo, ¿qué podría definirse como el núcleo? En este estudio, el núcleo se caracterizará como hongos micorrízicos, que representan la naturaleza no solo como un espacio físico sino también como un sistema para vivir mentalmente. El término residuo no existe en la naturaleza gracias a los hongos.  

La desviación de la naturaleza es una desviación de la felicidad.  

Samuel Johnson, 1709–1784.

Los hongos micorrízicos son hongos beneficiosos que crecen en asociación con las raíces de las plantas (www.rhs.org.uk, nd) y se utilizarán en esta revisión como una inspiración metafórica de cómo los humanos y la naturaleza deberían crecer en asociación entre sí. Los hongos están en todas partes y, como dice Merlin Sheldrake en su libro: proporcionan una clave para comprender el planeta en el que vivimos, la forma en que pensamos, sentimos y nos comportamos (Sheldrake, 2021). Los hongos son los mayores descomponedores de la vida. Este concepto también se usa metafóricamente en este manifiesto para reinterpretar la 'descomposición' como el arte de reciclar para no contribuir al consumo excesivo de nuevos materiales.  

¿Podría una relación constante con la naturaleza cambiar los hábitos de compra del consumidor moderno, llevándolos consecuentemente a una existencia gratificante y un impacto ambiental menos negativo?

Personalmente, veo el arte del diseño de moda como lo define Herbert A. Simon: 'diseñar es idear cursos de acción destinados a cambiar las situaciones existentes en otras preferidas'. El objetivo es crear soluciones a través del arte. A pesar de que la moda es una de las prácticas más dañinas creadas por los humanos en este sistema, hemos estado experimentando una comunidad de mentes brillantes que trabajan incansablemente para cambiar esta realidad por un futuro mejor y ese futuro es ahora. Es por esto que el manifiesto final utilizará el arte de contar historias como medio para comunicar la importancia de nuestra relación con el núcleo a través de una producción audiovisual.

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